Sin duda, este es uno de esos temas que me apasionan. Parece imposible pensar que en la época en la que vivimos, pueda seguir existiendo esta sustancia genital pestilente. Así que, inocente de mi, durante años creí que se trataba de un mito urbano. Pero no, nada mas alejado de la realidad. El requesón existe señores, y puedo dar fe de ello. Para aquellos que no sepan de lo que hablo, os ilustro un poco.
Requesón = Esmegma. Sustancia blanquecina y maloliente que se forma entre el glande y el prepucio.
Y es que resulta, que sse está poniendo de moda eso de no tirar el pellejito hacia atrás en la hora del baño. El jabón no toca la zona en cuestión. Cada día son mas los casos que llegan a mis oídos, y yo personalmente jamás entenderé el porqué. ¿Qué es lo que buscan esos seres, guardarlo cual reserva del 94, ó para untar en la tostada matutina?. No hay nada mas desagradable que ponerte frente a frente dispuesto a darle placer y que ese olor nuble todos tus sentidos. Bueno, al menos al intentar chuparla ya te das cuenta de su existencia y huyes como alma que lleva el viento. Peor resulta cuando tu mano es la que actúa y al mirártela te encuentras restos ya cuajados y fermentados del tiempo que llevan ahí. Es uno de esos momentos en los que deseas morir. Pero lo mejor es cuando, con cara de circunstancia preguntas en voz alta: ¿esto que es?, y su dueño se queda como si no fuese con él. A lo mejor es que hasta se siente orgulloso de su requesón de crianza.
Por eso chicos, una de las normas básicas de este Código Gay, es el cuidar la higiene genital. Todos lo agradeceremos.